Otra vez, martes de carne

  5:35 a.m. La irritante alarma retumbó en sus oídos. Retumbo y retumbó,una y otra y otra vez insoportablemente, hasta que él suspiró, y con mucha pereza se levantó. Se cambió y desayunó mientras que en su cabeza aún retumbaba la alarma que ya no sonaba, partió a la universidad. Otra vez.
  Otra vez, Algebra III a las 07:45 AM, Marcos sonrío un poco, revisando satisfactoriamente los correctos y simétricos números. El profesor, como siempre, empieza la clase. Otra vez. Y el tiempo pasa y nada cambia. Una vibración en el bolsillo . “Laurelia” se leía en la brillante pantalla “Buen día, ¿Donde estas?” Marcos suspiro otra vez , mientras pesadamente respondía el mensaje pensaba; ¿Dónde más estaría? es martes, cada martes cursa. Y otra vez, nuevamente un mensaje de ella “Hoy comemos carne?” Carne, pensó marcos, otra vez, como todos los martes. Ese mensaje lo saturo, lo hizo pensar en su rutina, todos los días era lo mismo, una y otra vez.
  Todos los dias volvia a pensar en lo mismo una y otra y otra vez,¿Por qué estaba ahí?¿Porque su vida se había vuelto una triste y monótona rutina? Dejó el celular a un lado con algo de rabia y golpeó rítmicamente la lapicera contra un lado de su frente, haciendo pequeños ruidos que aumentaban una y otra vez a cada golpe.
  Pensó profundamente, buscandole un mínimo propósito a su vida. “pasando a la pág 71” la voz autoritaria del profesor lo sacudió en su silla cortando con su línea de pensamiento negativo y divagante.
  El profesor empezó a explicar cosas al igual que siempre,otra vez retumbaban en los oídos de Marcos las palabras pronunciadas con voz ronca por el profesor, palabras de las cuales Marcos debería tomar nota, como siempre. Eso hizo, al sonar de la voz del profesor, Marcos desplazaba su lapicera, casi sin levantarla del papel, diseñando pequeños garabatos explicativos. Dos renglones nada más, después soltó la lapicera. Harto,se levantó del asiento, llamando la atención de todos pero esta vez, nada era como siempre, había llegado el punto final. Nunca nadie volvió a ver a Marcos otra vez, no al mismo Marcos al mismo depresivo, aburrido y cansado Marcos de vida de rutina.

Comentarios

  1. Veo que introdujiste algunas modificaciones a tu trabajo anterior. Bien hecho.
    lamentablemente, la entrada está incompleta. ¡Olvidaste el comentario!

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